Diciembre de regalos
Nadie en Venecia olvidaría aquel fatídico final de año. Los mendigos y vagabundos fueron los primeros en caer, así como todos aquellos desdichados incapaces de encontrar un lugar caliente en el que pasar la noche. Cada mañana, distintas escuadras compuestas por voluntarios y algunos desempleados lo suficientemente desesperados como para aceptar cualquier trabajo a cambio de unos tristes soldi, recorrían las calles con carretas y recogían todos los cuerpos cubiertos de escarcha que habían sucumbido al frío y la oscuridad. Se asumía que nadie los reclamaría, por lo que eran llevados directamente al Ospedale, en donde los doctores se desharían de ellos eventualmente. Al día siguiente, el ciclo se repetía.
Pero la muerte no se limitó a las calles y aquellos que las pueblan. El hambre afecta a todos por igual, y la carencia de alimentos debido a las cosechas perdidas por el frío en Otoño empezaron a notarse como una fría losa sobre los habitantes de la Serenísima. Incluso los Patricios empezaron a notar las garras de la escasez, y el Gremio apenas si daba a basto para mantener su influencia sobre los estratos más bajos de la sociedad, cada vez más desesperados y castigados por las horrorosas condiciones a las que se estaban viendo sometidos. La fe no da de comer, pero muchos se refugiaban en la figura de la Iglesia y el fanatismo, agarrándose al clavo ardiendo que supone la promesa del más allá frente a la certeza de ver como el final se acerca.
Fue entonces cuando unos extraños rumores empezaron a propagarse por algunos de los barrios más castigados por la miseria del Invierno. Rumores sobre un dotado de gran tamaño, vestido con ropajes escarlata y montado sobre un extraño carruaje tirado por imponentes cérvidos cuyos ojos brillaban en la noche. Cargado con un gran saco, repartía comida, mantas y esperanza entre los más desfavorecidos. Cada relato lo definía de una manera distinta: algunos decían que su carruaje era capaz de surcar los cielos, otros que era capaz de entrar en cualquier edificio, por muy vigilado que estuviera, siempre y cuando la chimenea estuviera despejada. No fueron pocos los que juraron haber oído su imponente risa, cortando la noche como los atronadores rugidos de los cañones de la armada. Puede que todas estas historias encerraran una pizca de verdad. O puede que, debido a tanto sufrimiento, la gente empezara a buscar cualquier cosa en la que creer.
Fecha límite: 15 de Enero. Si alguna pareja no ha podido coincidir con su rival para esta fecha, la partida se considerará cancelada.
Para esta tercera ronda, se recuerda que está permitido jugar con las reglas avanzadas de Reacciones de la expansión de Blood on the Water, así como con las reglas avanzadas de construcción de bandas Ill Tides (en caso de utilizar estas últimas, el jugador debe proveer a su rival del mazo correspondiente para robarlas al inicio de la partida). Ya que estas reglas no están disponibles para descarga desde la web, podéis contactarme en privado para informaros sobre ellas si así lo deseáis.
El Escenario: Proteger al VIP
- Tablero - 3’ x 3’ (36" x 36" - 90cm x 90cm). Seguir las recomendaciones oficiales de Carnevale para la construcción de tableros.
- Despliegue: Cada jugador elige un color (azul / rojo) y despliega en la zona de dicho color. Al desplegar, cada jugador recibe un modelo gratuito para su banda con el siguiente perfil (no tiene palabras clave ni habilidades):
Name: VIP | AP: 2 | LP: 8 | WP: 0 | Base: 30 |
Move: 3” | Dexterity: 3 | Attack: 2 | Protection: 1 | Mind: 4 |
Unarmed | Range: 0 | Evasion: 0 | Damage: 0 | Protection: 1 |
- Número de turnos - 8
- Objetivos Principales: Al final de la partida:
- El VIP aliado sigue vivo al finalizar la partida - 1 PV
- El VIP aliado está a 4” o menos de la zona de despliegue rival al finalizar la partida - 2 PV
- El VIP aliado ha escapado* - 5 PV
- El VIP enemigo ha sido eliminado como baja** - 1 PV
* En este caso el VIP ya no está en juego, por lo que los dos objetivos anteriores no se puntúan.
** Como es obvio, este objetivo no se puntúa si el VIP ha escapado, ya que no se considera que haya sido retirado como baja.
Agendas: Compartidas, Secundario, Secretas (máximo 4 PV por agendas)
Regla especial - Escapar con el VIP: El VIP puede escapar si al final de cualquier ronda se encuentra adyacente a un borde del tablero, completamente dentro de la zona de despliegue rival y a más de 4” de cualquier modelo enemigo. Retira el modelo VIP de la mesa y puntúa el objetivo.
- Regla especial - Proteger al VIP: Todos los modelos de la banda (a excepción del VIP) ganan Bodyguard (VIP). Además, el VIP puede gastar los puntos de voluntad de cualquier aliado a 2" o menos como si fueran suyos, pero únicamente para realizar la reacción de Shield me.
EVENTO ESPECIAL DE DICIEMBRE: Navidades en Venecia
Al inicio de la partida, los jugadores se alternan (empezando por el jugador A) para colocar cada uno 3 marcadores de Regalo a 6" o menos de la zona de despliegue rival y a 4" o más de distancia de los otros marcadores. Un modelo adyacente a un marcador de puede gastar 1 AP para retirarlo y lanzar el dado de destino. La banda obtiene el equipo indicado por la siguiente tabla según el resultado (esta tirada permite obtener un equipo duplicado que la banda ya posea).
- Carbón: No se obtiene ningún equipo.
- Flashlight Grenade
- Climbing Tools
- Limewater Rebreather
- Lantern
- Bottled Courage
- Parachute
- Carnevale Mask
- Poison
- Leather Undershirt
Los Emparejamientos
Kriego (Doctores) VS Hugo (Rashaar)
El doctor Kriegus no había adquirido su rango y posición actual gracias al azar. Uno no escala en la jerarquía del Ospedale gracias a su apellido o a su dinero, tal y como hacen en las altas esferas de Venecia. Para los doctores, sólo aquellos que demuestran resiliencia ante el fracaso y voluntad ante la incertidumbre son capaces de alcanzar la gloria y el respeto de sus pares. El conocimiento no se obtiene lamentándose ante los fracasos de experimentos fallidos, sino aceptando los resultados y aprendiendo de los datos obtenidos. Kriegus había convertido esos principios en los pilares que regían su vida, y serían justamente los que guiarían su mano ante la penosa situación actual de carestía a la que se enfrentaba el Ospedale.
La investigación sobre el extraño fenómeno de Octubre había llegado a un punto muerto al perder el rastro del único testigo que había podido presenciarlo. Otro se habría volcado en una empresa de venganza contra el responsable de dicho fracaso, el misterioso Flauta-man, cuya troupe de descastados y anormales habían impedido que sus subordinados localizaran la góndola en la que se escondía el mendigo. Pero Kriegus no dejaba que las emociones tomaran las decisiones por él: aquella vía de investigación se había cerrado, al menos temporalmente, y seguir apostando por ella sería malgastar los pocos recursos de los que todavía disponía.
Otra línea de investigación previa, que había seguido en paralelo, se presentaba como una opción más fructífera a la que dedicar su tiempo y energía. Las criaturas que se enfrentaron a él en aquella noche de Octubre, y a las que sus subordinados derrotaron sin problemas, habían dejado un rastro fresco que él se había preocupado en seguir, de forma sutil y minuciosa, hasta el sestiere de Cannaregio. Más concretamente, la parroquia de San Canciano. Si los reportes de aquella noche eran ciertos, aquellos seres poseían extrañas mutaciones similares a las de algunos peces y batracios. Animales de sangre fría, capaces de soportar temperaturas muy bajas gracias a diversos mecanismos de termorregulación. Algo le decía que, de conseguir uno de estos especímenes y estudiarlo en su laboratorio, sería capaz de descubrir la clave para hacer que los Doctores no sólo sobrevivieran al Invierno que asolaba Venecia, sino que salieran de él más fuertes que nunca.
Pero el tiempo corría, y muchos de sus subordinados habían perecido en sus últimas escaramuzas. Esta vez no dejaría nada en manos del azar. Delegar habría sido una opción en tiempos más simples, pero si uno quiere un trabajo bien hecho... Esta vez, él mismo acompañaría a sus subordinados.
En este escenario, el VIP de los Doctores es el propio Kriegus, que regresa de la parroquia de San Canciano tras haber obtenido un híbrido Rashaar con el que experimentar. Algo que los Rashaar no pueden permitir, por lo que intentarán darle caza antes de que pueda escapar. Por su parte, el VIP de los Rashaar es un híbrido especial cuya genética sería igualmente valiosa para el doctor Kriegus. De ser eliminado, implicaría que los doctores se ha hecho con dicho híbrido, algo que sería igualmente nefasto para los Rashaar, puesto que expondría algunos de sus mayores secretos ante los doctores. El magi Hugoth no está dispuesto a permitir que esto ocurra, y ha ordenado a sus fieles y criaturas que lo escolten hasta un lugar seguro.
Karl Frack (Vaticano) VS Flautaman (Dotados)
"¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?". El pensamiento se esfumó tan pronto como había aparecido en la cabeza del prelado Karlus Francis, que se recordó a sí mismo el peligro de compararse a sí mismo con el primer asesino. Sin embargo, todavía sentía el resquemor por la tarea que le había sido asignada. ¿Es que no había demostrado su lealtad a la Santa Iglesia? ¿Es que acaso no había proveído de alimentos y refugio a los más necesitados, restaurando la imagen de la institución a ojos de los feligreses? Sin embargo, sus superiores eran incapaces de ver más allá de sus fracasos. Mientras que a él se le asignaban tareas banales como simples cazas de brujas, el cardenal Pietro Angelus se pavoneaba por las altas esferas del Vaticano ante los resultados de su pequeño proyecto personal, un ritual que, por lo que había escuchado Karlus, rozaba lo herético. Para más inri, le habían ordenado custodiar uno de los dos artefactos que dicho ritual había creado, como si no fuera más que un vulgar guardia. Una tarea indigna de alguien de su posición, que más bien parecía una humillante penitencia impuesta. Indignante.
Pero Dios proveería, y los justos serían recompensados en la misma medida que los pecadores serían condenados. Y el prelado supo que Dios había provisto tan pronto como llegaron a sus oídos las noticias sobre la nueva herejía que se atrevía a clavar sus colmillos en aquella malograda ciudad. Una mujer, de piel nívea y ojos azules, que predicaba por las calles como una falsa profeta. Apoyada por el misterioso Flauta-man, del que se decía había logrado reunir un extenso elenco de condenados cuyos poderes no podían sino proceder del mismísimo infierno.
Aquel día demostraría, por fin, que era digno de liderar a su rebaño en aquellos tiempos de tribulación. Acabaría con la bruja, haría de ella y su séquito un ejemplo para todos aquellos que osaran desafiar a la fe. Y entonces ni siquiera el cardenal Pietro se atrevería a darle órdenes de nuevo.
En este escenario, el VIP de los Dotados es la mujer a la que encontró al final de la última ronda, la testigo que presenció los Fuegos Fautos y que parece tener alguna relación con el Invierno que asola Venecia. ¿Por qué está apoyándola, y que es lo que predica esta por las calles? El prelado Karlus Francis no está interesado en estos misterios, y sólo desea acabar con su herejía, ya sea ejecutándola en el momento o capturándola para hacerlo más tarde en público. En medio de uno de sus discursos, las fuerzas del Vaticano irrumpen entre la muchedumbre y se lanzan sobre ella, intentando apresarla. Los hombres de Flauta-man cierran filas para protegerla y ayudarla a escapar, pero también intentan capturar al VIP del Vaticano, que no es otro que el propio prelado Karlus Francis, el cuál ha decidido liderar a sus tropas en esta misión tan delicada. Y es que el propio Flauta-man ha dado órdenes de capturar a uno de los mandatarios del Vaticano, quizás debido a algo que la misteriosa mujer le haya contado, y que se ha asegurado de mantener en secreto...
Vidal (Patricios) VS Sergio (Gremio)
Cuando la pobreza y las penalidades se ceban con los más desafortunados de Venecia, el conflicto por el alma de la ciudad se recrudece hasta límites insospechados. Tanto el Gremio como los Patricios se ven obligados a doblar sus apuestas para mantener el control sobre las gentes. Tanto unos como otros reparten alimentos, ropa y leña, y hacen lo posible por mantener a aquellos que todavía les son leales con vida, no tanto por bondad sino como un mensaje para todos aquellos que les han dado la espalda: "en estos tiempos difíciles, sabemos cuidar de los nuestros".
En el sestiere del príncipe Remigio, un frágil equilibrio lleva dividiendo las lealtades de los ciudadanos de Venecia entre las dos facciones. Las generosas donaciones de Vidallio, que al parecer obtuvo cuantiosas sumas de dinero por la venta de unas valiosas reliquias de la fe, compiten en popularidad con los repartos de alimentos que el Gremio ha realizado a lo largo de los últimos días (alimentos que, según las malas lenguas, proceden del infame saqueo masivo del mercado que se dio apenas un mes antes). Hartos de esperar a que la balanza se incline hacia un lado u otro, Vidallio y Remigio decidieron reunirse a mediodía, en uno de los canales menos concurridos de la ciudad, para resolver sus diferencias como buenos hombres de negocios que eran.
Como era de esperar, la situación escaló rápidamente.
En este escenario, los VIP son los propios Vidallio y Remigio, que ante el caos reinante intentan escapar y regresar a sus dominios, en donde estarán a salvo. Desgraciadamente, para hacerlo deben atravesar las fuerzas enemigas. Pero una crisis no es sino una oportunidad, y ninguno de los dos desaprovechará la oportunidad de quitarse de encima a su rival, lo cuál supondría un duro golpe para la facción de este y aseguraría el control del sestiere para el victorioso. Algo indispensable si quieren sobrevivir a la parte más dura del Invierno...
Peterangelus2 (Vaticano) VS Kyra W (Patricios)
A veces los humanos se engañan a sí mismos creyendo que actúan de manera racional, sin dejarse llevar por sus pasiones, miedos o ambiciones. Esto, sin embargo, es una gran mentira: los humanos son esclavos de sus instintos, y no hay mejor ejemplo de este hecho que la batalla que se dio en Diciembre entre las fuerzas del Vaticano y los Patricios.
El cardenal Pietro Angelus había sufrido un duro revés debido a la pérdida de la mitad de sus cruces, aquellas que había creado gracias al ritual divino que consiguió realizar un par de meses atrás. Quizás fue eso lo que le llevó a apresurarse y utilizar una de las restantes para combatir los efectos del Invierno, a pesar de no haberla terminado de consagrar como era debido. Los resultados fueron desastrosos, pero el fracaso no fue completo. Uno de los participantes recibió una visión divina, un mensaje de los Cielos que le reveló una verdad hasta el momento desconocida para el cardenal. Al parecer, en la noche más oscura de Octubre un extraño fenómeno había sido presenciado por el noble Kyriano, un fenómeno que quizás tenía relación con el Invierno que atenazaba la ciudad. Si esto era cierto, aquella era la última pieza que le faltaba. Con dos de las cuatro cruces extraviadas y la otra rota debido a su temeridad, sólo le quedaba una oportunidad para lograr completar el ritual y salvar Venecia de la condena que se cernía sobre ella. No había lugar para el fallo: debía de secuestrar a Kyriano y dejarlo en manos de sus interrogadores.
Por su parte, Kyriano no se encontraba en mejor posición que el cardenal. Cierto era que había podido contemplar la danza de los Fuegos Fautos, y eso le había llevado a saber un terrible secreto que nadie más, excepto quizás la mujer que acompañaba a Flauta-man, conocía. Sin embargo, no hay nada más terrible que la maldición de Cassandra: ser consciente de un destino funesto y ser incapaz de obrar para prevenirlo. Esa certeza le había hecho sentirse impotente... Hasta ahora. Y es que, gracias a los negocios con algunos de sus pares (más concretamente, con el noble Vidallio) había llegado a sus manos una de las cruces que el cardenal Pietro creara en su ritual. Consciente de que aquel artefacto de gran poder podría ser la clave para poder salvarse a sí mismo y a los suyos del horror que se avecinaba, no se lo había pensado dos veces. Puede que él no tuviera los conocimientos necesarios para entender cómo funcionaba aquel artefacto, pero sí disponía de la influencia necesaria como para enterarse de quién podría hacerlo; y ese alguien no era otro que el cardenal Pietro Angelus. Otros individuos se habrían echado atrás ante la herejía que suponía planificar el secuestro de un siervo de la fe, pero alguien como Kyriano había participado en las suficientes Masqueratas como para sentir algún escrúpulo ante la idea de un crimen así.
En otro mundo, menos violento y más razonable, estos dos individuos habrían cooperado entre sí. Los dos habrían compartido la información de la que disponían con el otro, y todos habrían salido ganando. Pero en la Venecia bajo la Herida no hay lugar para la concordia. La razón se hace a un lado cuando la paranoia, la ambición y el instinto de supervivencia salen a flote. Y entonces, sólo el caos y la muerte prosperan.
En este escenario, los VIP son los propios Pietro Angelus y Kyriano, que han preparado una emboscada para capturar al otro. La casualidad ha querido que ambas emboscadas ocurran de manera más o menos simultánea, y entre la confusión los dos luchan por escapar y evitar ser capturados. Si alguno de ellos es eliminado, significará que la facción rival ha podido secuestrarles, en cuyo caso su futuro es poco prometedor...
Logros especiales
Durante esta ronda se otorgarán los siguientes logros especiales. No otorgan ningún beneficio de cara a la liga (¡excepto el honor!), pero aparecerán representados en la Gazetta de manera habitual: