miércoles, 26 de octubre de 2022

El invierno más duro - Final ronda 1

Con el primer rayo de sol, al alba, las sombras empezaron a retirarse. El viento ululante dejó de susurrar extrañas palabras entre los callejones, y las extrañas luces danzarinas que embrujaban los canales se esfumaron como si nunca hubieran existido. Los ciudadanos de Venecia se desperezaban en sus lechos, dispuestos a lidiar con un nuevo día. Pocos habían podido pegar ojo: un movimiento siniestro en la esquina de la habitación, un extraño grito lejano perdido entre las calles... No, no había sido una noche apacible. Ninguna lo era, bajo la Herida de los Cielos, pero aquella había resultado especialmente tortuosa.

Nadie se cuestionó el origen de los cadáveres que la guardia encontró a la mañana, repartidos por distintas zonas de la ciudad. Cuando los muertos visitan a los vivos, lo mínimo que puede esperarse es que se lleven a algunos con ellos de vuelta al más allá.


Reporte de la primera ronda de liga

Aquí tenéis el reporte de la primera ronda de la liga madrileña de Carnevale "El Invierno más duro". Decir que, para esta primera jornada, los 7 participantes de la liga (originalmente 8, pero hemos tenido una baja) pudimos reunirnos todos el mismo día en Habemus Ludum, dando lugar a una especie de quedada general con una sola partida pero el ambiente propio de un torneo. Que, con esta gente tan maja, siempre es excelente.


En cuanto al escenario, parece que el consenso general (que ya sospechaba) es que no es un buen escenario para torneos. Incluso eliminando el equipo especial de Halloween (que nunca usaría en una partida más competitiva, ya que dista mucho de estar equilibrado), las reglas de conexiones y de control de objetivos son lo suficientemente complejas como para ralentizar la partida de tal forma que ninguno de los participantes pudo acabar los 8 turnos de duración. ¡Incluso a pesar de jugar durante tres horas! Habría que ver si la versión de 75 ducados puede resultar más amena, pero sospecho que no veremos este escenario en torneos competitivos sin unas modificaciones considerables.

Hubo cierto debate al final del día sobre la viabilidad de las partidas a tres bandas para evitar los BYE, en parte por la larga duración de estas y en parte por los problemas que surgen cuando dos jugadores se ensañan el uno contra el otro y olvidan al tercero. Por ahora he decidido mantenerlas durante la siguiente ronda, pero con 75 ducados para evitar una duración tan larga. Veremos si para la tercera y cuarta rondas seguimos usándolas o asumimos lo inevitable y empezamos a repartir BYEs a la gente.

Señalar que en esta ronda ningún jugador consiguió ningún Logro (algo comprensible, ya que eran difíciles de obtener). Kriego rozó la gloria (aunque jugamos apenas la mitad de turnos en la partida de 3 jugadores, le dije que si conseguía convertir cuatro modelos en zombies se llevaba el logro del apocalipsis), pero se quedó a falta de 1 el pobre. Veremos si en la próxima jornada alguien consigue los nuevos logros, que serán publicados junto al escenario y las reglas especiales de jornada.

Sin más dilación, he aquí los reportes de las partidas:




Karl Frack (1 PT, 3 PV, 0 Bajas) vs Vidal (3 PT, 5 PV, 0 Bajas)


Vidallio contempló la escena desde las alturas, sin mostrar ningún signo de satisfacción o decepción que indicara a sus acompañantes el humor de su anfitrión. Nada transpiraba esa máscara veneciana, nada excepto quizás la serenidad de alguien que mantiene un completo control sobre sus emociones. Aquella noche había sido un torbellino, y los restos de las hogueras y los lamentos de los horrorizados ciudadanos se oían incluso allí arriba, desde la azotea de aquel caserón medio derruido perteneciente a uno de los Barnabotti que frecuentaban el séquito de Vidallio.


¿Habría previsto el noble la intervención de las fuerzas vaticanas en su peculiar despliegue de arte macabro? ¿Sería consciente de que un grupo de fanáticos se disponía a lanzarse sin ningún tipo de consideración por su bienestar o seguridad a toda calle o canal en la que se alzara alguna de sus "obras"? ¿Era consciente del peligro que iban a correr los nobles que habían decidido llevar el frenesí de la noche un paso más allá, bajando a las calles de madrugada en su pequeña Masquerata particular?


Nadie dudaba que la noche había sido un éxito: los perros del Vaticano apenas si habían vandalizado algunos de los postes que los sirvientes de Vidallio levantaran al iniciar la noche, y las pocas hogueras que habían iniciado ya habían sido apagadas por los desquiciados participantes de la Masquerata. Al alba, la guardia ya desmontaba el macabro despliegue, pero la imagen de este perduraría durante mucho tiempo en las retinas de los ciudadanos de Venecia. Los Patricios habían mandado su mensaje: la ciudad es nuestra.


Y, sin embargo, la intervención del Vaticano era tan peligrosa como una chispa en un polvorín. Incluso pese a su fracaso, si el rumor corría y las clases bajas depositaban su esperanza en la fe, el dominio del miedo que los nobles habían tardado tanto tiempo en lograr podría mostrarse como lo que realmente era: un castillo de naipes. Nadie se atrevió a preguntar a Vidallio por sus pensamientos al respecto. El noble imponía respeto, admiración y, sobre todo, temor entre sus allegados y conocidos. Pero había algo que todos tenían claro, sin necesidad de que lo dijera en alto: no dejaría una afrenta sin respuesta.

El Vaticano se había ganado un enemigo muy peligroso.





Peterangelus2 (3 PT, 7 PV, 10 Bajas) vs Sergio (1 PT, 4 PV, 59 Bajas)


Al alba, dos hombres se lamentan.

En su capilla, el prelado Pietro Angelus murmura una oración por los caídos. Siervos de Dios, piadosos y determinados a cumplir Su Voluntad, sus muertes no han sido en vano. Peones en el juego de ajedrez que las fuerzas santas juegan contra el Diablo, pues diabólicas han sido las fuerzas que se han dado lugar en las calles de Venecia aquella noche. "La bruja del caldero de sangre", repetía uno de los supervivientes, con los ojos desorbitados. Y no habían vuelto muchos. Los que no lo habían hecho ahora gozaban del descanso eterno y, si sus almas en verdad habían sido puras, de un asiento en el Reino de los Cielos. Sacrificios por los que se lamentaba y alegraba a partes iguales, tales eran las contradicciones del misterio divino. Junto a él reposaban las razones de dichos sacrificios. Cuatro cruces metálicas enjoyadas, receptáculos del poder divino que había conseguido invocar esa noche con su círculo santo. El mismo poder que les permitiría hacer frente al frío invierno que se avecinaba. Bañadas en sangre, preludios de la salvación. Razones para conservar la fe frente a la depravación a la que se había enfrentado esa noche.


A muchas calles de allí, en un sótano maloliente, el Príncipe Sergio Remigio se lamentaba en alto por los resultados de aquella noche. No es que necesitara hacerlo, pero quería mandar un mensaje a sus chicos, que le observaban pasear de un lado a otro de la sala como cervatillos asustados: el jefe no estaba contento. Un subterfugio más: en realidad, se congratulaba de los resultados de aquella noche. La sangre de los santurrones del Vaticano había corrido por los canales de su sestiere, y el mensaje había sido mandado. Sin embargo, los resultados no habían sido tan buenos como los que habría podido esperar. El Vaticano había logrado completar su objetivo, fuera cual fuera este. Algún tipo de ritual divino, quizás. Sergio no entendía cómo funcionaban los milagros de la fe, pero este desconocimiento no le quitaba el sueño: ellos tenían sus propios métodos sobrenaturales, como se habían encargado de mostrar aquella noche. Sin embargo, el mensaje que había querido mandar esa noche perdería fuerza cuando en el submundo empezara a correr el rumor de que el Vaticano había logrado su objetivo, a pesar de sus pérdidas. Debía realizar un control de daños, lo antes posible. El invierno ya se notaba en Venecia, y no podía permitir que se cuestionara su autoridad.


Al alba, dos hombres se lamentan. Y, al mismo tiempo, los dos esbozan una media sonrisa. La media sonrisa de aquel que tiene un plan, y la determinación para hacer lo que sea con tal de llevarlo a buen puerto.






Flautaman (0 PT, 1 PV, 24 Bajas) vs Kriego (1 PT, 4 PV, 22 Bajas) vs Kyra W (3 PT, 5 PV, 0 Bajas)


Caos.

Una palabra tan bella como los múltiples significados que puede encerrar. A Flauta-man este concepto no le resultaba extraño; más bien todo lo contrario. El caos era un viejo conocido, a veces amante y otras enemigo, con el que había danzado en el pasado en multitud de ocasiones. Una herramienta más, que podía utilizar a su favor pero que también podía volverse en su contra si se descuidaba. Aquella noche, como tantas otras, había hecho acto de presencia y le había ofrecido su mano para un nuevo baile. Aquella noche, a diferencia de tantas otras, se había negado a bailar.


Tras escuchar las noticias de uno de sus informantes, decidió que una confrontación entre los Doctores del Ospedale y los sanguinarios Patricios era lo suficientemente problemática ya de por sí como para echar más fuego a la leña. Con algo parecido a la tristeza, envió un mensaje a los agentes que tanto le había costado reunir para que se retiraran y abandonaran lo que, sin lugar a dudas, pronto sería el escenario de una verdadera carnicería. Le quedaba el consuelo de que un chivatazo, a última hora, llevaría a la guardia de la ciudad al meollo del asunto. Ni ese excéntrico de Kyriano ni ese oportunista de Kriegus lo tendrían fácil para hacerse con el control de los misteriosos fuegos fautos. Sin saber lo que tenían entre manos, como niños curiosos con un juguete nuevo y peligroso, le habían impedido desentrañar ese misterio... Y lo pagarían con creces.


Fue al día siguiente cuando se dio cuenta de lo acertado de su decisión. En mitad de la noche, la guardia no había distinguido entre amigos y enemigos: aunque las criaturas que servían a los Doctores se habían llevado la peor parte del fuego, la servidumbre que acompañaba a los desquiciados nobles tampoco había salido indemne. Entre la confusión y la luz fantasmagórica de los fuegos fautos, tanto unos como otros habían respondido a las provocaciones. Los locos babeantes se habían abalanzado sobre los pobres soldados, que apenas si pudieron mantener la posición al ver como entre las sombras aparecía una criatura monstruosa, tan grande como dos hombres según los pocos testigos allí presentes. Una bola de fuego había estallado entre sus filas, acompañada de una extraña risa fantasmagórica. El suelo se había quebrado, los caídos se habían levantado para combatir en el lado de los que en vida habían sido sus rivales. Una verdadera pesadilla, si la mitad de lo que se contaba era cierto.


Pero, a pesar del alivio que sentía al haber protegido a sus chicos de tal masacre, una vocecilla en su interior le repetía que había cometido un error. Porque sabía que tanto Kyriano como Kriegus no eran idiotas, y que a pesar de sus pérdidas no habrían dudado en continuar con el plan. ¿Qué es lo que habrían descubierto? ¿Qué misterios ocultaba la Herida de los Cielos tras aquellas apariciones fantasmagóricas? No dudaba de que al menos uno de los dos, sino ambos, había desvelado la respuesta a dichas preguntas. Quizás una visita bien planeada podría "convencerlos" de compartirlas...





Clasificación

Muy pronto todavía para aventurar quiénes se alzarán con la victoria al final de la Liga, aunque se puede observar que los jugadores que optaron por una estrategia más agresivas (Flautaman y Sergio) no obtuvieron muchos PV, lo que probablemente se debe a dos factores: el primero, que el escenario promueve un estilo de juego más centrado en objetivos; y el segundo, que en ninguna de sus partidas se llegó a jugar los últimos turnos del escenario (en los que, previsiblemente, podrían haber creado más conexiones tras haber mermado las fuerzas del rival).

JugadorPTPVBajas
Peterangelus23710
Kyra W350
Vidal350
Sergio1459
Kriego1422
Karl Frack130
Flautaman0124

En breve subiré la siguiente ronda, para Noviembre. Hasta entonces, ¡mantened vuestras máscaras relucientes y preparadas para más noches de sangre y locura en los canales de Venecia!

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